Me confieso fan de este grupo de teatro inteligente, del que ya he visto varios de los espectáculos que han presentado: En un lugar del Quijote, Cervantina, y Siglo de Oro, siglo de Ahora, entre otros.
El próximo 25 de mayo podremos verlos de nuevo en Santurtzi con la obra CRIMEN Y TELÓN, cuya sinopsis dice:
Señores espectadores: quedan detenidos como sospechosos, cómplices o
testigos de un articidio en primer grado. Tienen derecho a reír, llorar,
emocionarse, seguir el ritmo de las canciones y no desvelar a nadie el
final de Crimen y telón. El Teatro ha muerto y el detective Noir tiene
que descubrir al asesino antes que la Agencia Anti Arte desvele el
secreto de su oscuro pasado. Para ello recorrerá la historia del Teatro
en busca de verdades ocultas mientras una red de misteriosos personajes
conspiran en la sombra… Un homenaje al teatro universal con forma de
thriller de género negro, ambientado en un cercano futuro en que las
artes están prohibidas y nuestro planeta, convertido en Ciudad Tierra,
es liderado por una inteligencia artificial con un ejército de drones.
Una investigación contrarreloj en que el asesino podría ser cualquiera.
Incluso ustedes, señores espectadores.
El teatro y la literatura deben ofrecer crítica y ayudar al receptor a pensar y, una vez más, es lo que hace Ron Lalá al plantear el hipotético fin del teatro en un mundo entregado por completo a la tecnología. Si quieren reflexionar, pasar un buen rato y comprobar de primera mano el arte y la emoción que este grupo es capaz de fabricar sobre un escenario vayan a verlos.
Dramaturgia, música, humor, pensamiento e ironía son los ingredientes de Ron Lalá.
Ellos son: Íñigo Echevarría, Álvaro Tato, Juan Cañas, Miguel Magdalena, su director Yayo Cáceres y Daniel Rovalher. (De izquierda a derecha y de arriba a abajo).
Un placer volver a verlos.