Maryam Madjidi ha pasado a formar parte de mi catálogo de
“escritoras interesantes”. Tras leer Marx
y la muñeca, editado por Minúscula, he descubierto en Madjidi a una autora
que parece escribir teatro o relato en lugar de novela, que lo que cuenta es capaz de
conmover al lector, con un cierto matiz cómico y que practica una escritura imaginativa en cuanto a forma porque la estructura narrativa forma parte del argumento, articulado en capítulos independientes que forman parte del todo, capítulos que no son
lineales en el tiempo, pero que, una vez leídos todos, componen una historia
completa.
La escritora de origen iraní, que vive en Francia desde los
seis años, y que ha residido también en Estambul y en Pekin, es, ante todo, una
escritora francesa que escribe en francés, que ha enseñado en esa lengua y que ha
ganado el Premio Goncourt a la mejor primera novela en 2017, el máximo galardón
galo de las letras, y el Premio Étonnants voyageurs 2017, a pesar de que en
Francia se la conoce como una escritora iraní que habla de Iran, como si la
identidad de origen se hubiese impuesto a todo lo demás, mientras que Iran le cierra sus puertas.
La historia autobiográfica, aunque revestida de ficción, nos lleva desde la
revolución de 1978 en Iran hasta hoy en día y es el relato, durante casi 216 páginas, de una madre y una hija que van a reencontrarse con el padre en París, huyendo del nuevo régimen del Teheran
de Jomeini, que como recordarán volvió a Irán el 11 de febrero de 1979, cuando
la revolución ya se había consumado para establecer la República Islámica. Así
da comienzo Madjidi a una historia que habla tanto de la búsqueda de libertad e
identidad, ambas amenazadas, como del caos vivido en ese país, a raíz de la
dictadura religiosa.
De esta novela también se desprende, además de la
preocupación por la identidad de los exiliados, la que la autora experimenta por la identidad
como mujer y por los derechos de las mujeres en Iran, uno de los países
donde esta situación es más delicada y motivo, por tanto, de que Iran cierre las puertas a su literatura.
En su novela hay influencia de diversos autores, desde
Gabriel García Márquez hasta la lírica de los poetas persas, pasando por
autoras francesas como Marguerite Duras, Romain Gary, Simone de Beauvoir.
En resumen, Marx y la muñeca ha sido presentada así:
La pequeña Maryam asiste desde el vientre materno al
comienzo de la revolución iraní. Seis años después, ella y su madre se reúnen
con su padre en el exilio en París. Con la ayuda de los primeros recuerdos,
Maryam relata el abandono del país, la separación de su familia, la pérdida de
sus juguetes -entregados a los niños de Teherán a instancias de sus padres,
comunistas- y el borrado gradual del persa en favor del francés, al que al
principio rechaza y luego adopta, hasta el punto de dejar enterrada su lengua
materna durante mucho tiempo. Maryam Madjidi desmonta con humor y ternura la
siempre espinosa pregunta por las «raíces» en este libro sorprendente, que
puede leerse tanto como una autobiografía, un diario o una fábula.
En definitiva, la literatura de esta autora es original, rica y una sorpresa muy agradable.
Para más información sobre esta autora. Ver:
El Mundo
El Cultural
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