La inteligencia artificial es ya una realidad y la literatura no es un campo que quede fuera de ella.
Hasta hace poco existían unicamente portales como Jasper artificial intelligent que redactaba contenidos en inglés y en otros 28 idiomas, incluido el español y la publicidad de su web prometía tormentas de ideas para acabar con los bloqueos del escritor y aumentar la creatividad de blogueros, escritores, publicistas, creadores de páginas web, periodistas y todas aquellas personas que trabajen con la palabra en la creación de mundos paralelos y ficticios; en la redacción de artículos periodísticos que informen de la realidad diaria o, simplemente,en la venta de un producto, ya sea una idea, una casa o un pintalabios. No sólo eso, Jasper prometía también revisar y corregir textos y crear imágenes.
Nadie niega que es una auténtica revolución, basada en el aprendizaje automático y en la constante actualización de algoritmos para escribir contenidos de forma rápida, original y sin errores, donde se pueden leer frases que parecen escritas por personas.
A Jasper le siguieron otros muchos robots creativos: Article Forge, Kafkai, Writesonic, Rytr, All Writer, Articoolo, Copysmith, SEO Content Machine, Article Builder, Wordtune, Grammarly...todos pensados para lengua inglesa, aunque trabajen también en otros idiomas y ello, hasta que en Salamanca han fundado una empresa que ha creado su propio escritor de textos aritificial, llamado Redacta me, para contenidos integramente en español
Redacta me se anuncia como un "Saas construido para ayudar a Community Managers, Copywriters o a cualquiera que lo necesite, a crear texto original en español con Inteligencia Artificial y poder así incrementar su productividad y creatividad, utilizando una Inteligencia Artificial que ha absorbido más de 175 mil millones de parámetros con información de internet, y que ha sido entrenada específicamente para crear cualquier tipo de texto en español".
Contra las máquinas no hay quién pueda. Esto me hace preguntarme que, tal y como se anunció la catástrofe al comienzo de la revolución industrial, al pronosticar como las máquinas sustituirían la mano humana y dejarían sin trabajo y sin pan a muchas familias, ¿Acabará la IA con el trabajo de novelistas, ensayistas, periodistas, guionistas y otros creadores de entretenimiento?
La respuesta es que seguramente sí lo hará, aunque la fuente de toda esa sabiduría haya sido la imaginación de cientos de personas que se esforzaron en inventar historias para entretener a sus semejantes. Ahora bien, ¿puede la IA aprender las emociones humanas con la misma facilidad que el pensamiento? ¿En qué medida sustituirán los robots a las personas a la hora de crear una buena historia? ¿Existirán robots Tolstois, Shakespeares, Dickens, Cervantes, Kafkas, Faulkners, García Marquezs, Onettis o Atxagas?
Para responder a esta pregunta, qué mejor que preguntarles a ellos y este es el texto que la máquina ha creado:
" La inteligencia artificial está cambiando el paisaje de la literatura de numerosas maneras. Los robots están siendo creados para escribir libros, desde estructuras narrativas, hasta títulos y sinopsis. Esto trae consigo nuevas preguntas, como quién es el creador, el escritor o el robot. ¿Mejora o empeora la calidad de los libros escritos por robots?
Esto también ha llevado a la pregunta de si cualquiera puede escribir una novela con la ayuda de la tecnología, ¿desaparecerá la literatura como la conocemos? Esto es una pregunta interesante, ya que la literatura se ha visto desafiada por la tecnología durante años. Los robots pueden escribir con facilidad, pero no tienen la capacidad de producir verdadera creatividad, como lo hace el ser humano.
Los libros escritos por robots tienen sus beneficios, ya que estos pueden ahorrar tiempo a los escritores, pero eso no quiere decir que los libros escritos por robots sean mejores que los escritos por humanos. Esto significa que la inteligencia artificial en la literatura puede tener un lugar, pero sólo como una ayuda a los escritores. Al final del día, se requiere cierta cantidad de creatividad para producir obras de calidad."
Y digo yo, ¿de veras? Los escritores han ido perdiendo ingresos por culpa de la tecnología, eso está claro. Se paga por el aparato de lectura, pero se pretende que el contenido sea gratuito. Pasó lo mismo con la música y las plataformas streaming, que a los creadores no se les paga por su trabajo. Por si los escritores no tuviesen ya pocos retos, pelear contra los best seller automáticos será el imposible futuro. ¿Cómo reinventarse?
Guardo la esperanza de que siempre quedará algo que contar de forma original y única y hasta puede que el deep learning permita a cada persona que escribe tener su propia versión artificial. Un robot que escriba de modo personalizado. Vamos, parecido a lo que ahora se llama tener un "negro". Cuestión de tiempo.